Según estadísticas de la Organización Mundial de Turismo, Montserrat solo recibió 9.000 turistas.
En la elección de un destino intervienen múltiples variables de tipo personal y, por supuesto económico. No es lo mismo visitar un país, una ciudad o un rincón con excelentes comunicaciones y una buena infraestructura turística, que aventurarse a descubrir un lugar remoto. Todo depende de las expectativas de cada viajero.
Atentos al International Tourism Highlights 2019 Edition, el informe publicado por la Organización Mundial de Turismo a finales de año pasado, comprobamos que, una vez más, Francia, con 89 millones de turistas, es el país del mundo que recibe más turistas, seguido de España y de los Estados Unidos.
En el otro extremo, se hallan Montserrat, las islas Salomón y Comoros.
Montserrat, bajo el sol del Caribe
La isla es el destino menos visitado del mundo, según la Organización Mundial de Turismo
Aguas turquesas, frondosos bosques tropicales, playas desiertas, clima templado… La descripción podría coincidir con la de centenares de rincones paradisíacos anhelados por los turistas. Sin embargo, Montserrat, el país menos visitado el mundo, no coincide con el cliché típico de cualquier isla caribeña. A pesar de sus credenciales, este territorio británico de ultramar habitado por algo más de 5.000 habitantes, solo recibió en 2018 la visita de 9.000 turistas.
El culpable tiene un nombre: Soufriere Hills, un volcán -el más activo de la zona- que entró en erupción el 18 de julio de 1995, cuya lava arrasó con todo lo que halló en su camino. Desde entonces, la isla ha perdido buena parte de sus infraestructuras, de su población y del turismo que lo frecuentaba en el pasado.
La isla de Montserrat, Caribe, tiene poco más de 5.000 habitantes (Shutterstock)
El país no es ni una sombra de lo que había sido. La presencia de celebridades y de músicos como Paul McCartney o Stevie Wonder, que habían elegido este rincón para grabar sus composiciones musicales, ha dejado paso a la soledad y al silencio.
El acceso a la zona sur de Montserrat permanece cerrado a los turistas, aunque desde hace algunos años es posible realizar visitas guiadas al volcán de la mano de expertos y a través de tours en barco alrededor de la isla.
Desde allí puede contemplarse su capital, Plymouth, sepultada bajo casi un metro y medio de cenizas, abandonada y convertida en una ciudad fantasma, emulando a Pompeya, después de que sus habitantes la abandonaran de forma apresurada.
Fuente: Clarín