Tras el derrumbe del edificio residencial en Miami, se conoció la historia de Steve Rosenthal de 72 años. Durante dos décadas vivió allí, en el complejo Champlain Towers South, y el jueves pasado presenció el colapso de la estructura.
Fue uno de los sobrevivientes y en diálogo con un medio estadounidense, The New York Post, contó que cerca de la 1.30 escuchó el estruendo, el mayor de su vida, según relartó. En segundos, «la cama y la habitación empezar a temblar», y él pensó que «estaba soñando».
Primero comenzó a caer polvo del techo, luego se trasladó al pasillo donde lo vio totalmente caído y fue en ese lugar donde escuchó los gritos de los vecinos. Él trabaja en el sector de publicidad y entretenimiento.
“Escuché a la gente gritar: ‘¡Ayuda! ¡Sáquenme!’. Conozco a esta gente, son mis vecinos; es algo muy triste. No puedes hacer nada por todo el hormigón y todo se ha caído”, comentó y agregó que se salvó «de milagro», solo porque cree que sus padres «estaban pendientes de mí».
Rosenthal tuvo tiempo de tomar una foto del pasillo, justo frente a la puerta de su apartamento. Aquí se puede ver que el camino estaba bloqueado por el hormigón, acero y escombros, sin nada para hacer. El paso estaba bloqueado. Por eso, el hombre decidió volver a su apartamento, agarrar algunas de sus pertenencias y esperar al rescate en el balcón.
“Estaba asustado. De repente, me asomé al balcón y había 40, 50, 60 camiones de bomberos. Era una locura. Nos gritaban ‘deben evacuar, vamos a ir a rescatarlos’”, relató.
En pocos minutos, los bomberos através de una carretilla elevadora, lo asistieron y lo pusieron a salvo. «Gracias a Dios estoy vivo», finalizó.