El gobernador fijó su postura en uno de los temas que más diferencias despierta dentro del oficialismo. De esta forma, se manifestó en contra de la posición que plantea continuar con la concesión privada.
Uno de los temas centrales que en este contexto divide las aguas dentro del Frente de Todos, con posturas relativamente opuestas, es lo que sucederá con la Hidrovía del Río Paraná, cuya concesión se venció el 30 de abril pasado y fue prorrogada por un plazo de 90 días, hasta que se definan los pliegos de la nueva licitación.
En ese marco, una de las voces que se escuchó fijando su posición fue la del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que se refirió al tema rechazando la privatización y aseguró que «el Estado tiene que tener el control, la fiscalización y el cobro de los peajes de las vías navegables de nuestro país.
Sus declaraciones fueron durante una entrevista brindada en Radio La Red, en la que además advirtió que tras las tareas de dragado “dependerá si hay empresas nacionales o con capacidades porque eso hay que hacerlo mañana” y, al mismo tiempo, soslayó que se trata de una “necesidad” como estrategia para el comercio exterior del país.
Al respecto, Kicillof destacó que “si una tarea la realiza un privado o el propio Estado, tienen que estar sujetos a control y decisiones del Estado” y ejemplificó: “Es como cuando vas a hacer una ruta, tenés la capacidad, pero la puede realizar el Estado, una empresa pública o una empresa privada, pero vos no podés dejar que el privado decida hacia dónde va la ruta, cobre el peaje, decida cuando hace el mantenimiento y controle lo que pasa”.
En sintonía, relevó que, para Buenos Aires, con el Canal Magdalena, y la redistribución de las cargas de los puertos “se juega muchísimo su futuro también productivo” y por ello le agradeció al presidente Alberto Fernández por “hacernos participar a los gobernadores que entendemos en estas cuestiones y que involucran a nuestras provincias”.
Semanas atrás, el flamante ministro de Transporte, Alexis Guerrera, que reemplazó al fallecido Mario Meoni, se había referido al tema, explicado que la decisión de la prórroga era “inevitable”, y expresó: “Si queremos que el 80% de la producción del país siga saliendo, es un acto de responsabilidad dado que estamos en plena cosecha”, dando a entender que es una posibilidad concreta continuar con la privatización.
Actualmente, la concesión de la Hidrovía está en manos privadas desde hace 25 años bajo el control del consorcio formado por la compañía belga Jan de Nul y la local Emepa. A cambio de mantener navegable la principal vía de salida de las exportaciones argentinas, la empresa cobra peajes a quienes la transita y se calcula que factura anualmente uno 300 millones de dólares.