El intendente Alejandro Dichiara reconoció que uno de los temas que más le preocupa durante la temporada es lo que pueda ocurrir en las noches.
No es para menos. Durante este fin de semana se repitieron las fiestas en la playa. Ya habíamos informado sobre las juntadas de el sábado anterior, y la situación amerita que se tomen medidas.
Como se sabe, no habrá boliches, y por lo tanto es de esperar que los jóvenes se encuentren en otros sitios donde no hay controles ni cuidados.
Los bares, cervecerías y paradores pueden funcionar hasta las 3.30 de la mañana. Sin embargo, lo que desvela a las autoridades es la posible organización de fiestas en domicilios particulares y en la playa.
En tal sentido, el jefe comunal ratificó lo que se había adelantado días atrás: habrá multas importantes para aquellas personas que organicen fiestas en casas particulares o en sectores públicos como la playa. Los montos de las sanciones serán superiores a los 100.000 pesos. El cobro de esas multas se incluirá en la boleta de tasas municipales.
Control
Habrá inspecciones en distintos puntos de la ciudad. No obstante, Dichiara reconoció en las últimas horas en diálogo con La Nueva que es consciente de la dificultad de que los inspectores lleguen a todos los puntos del balneario.
“¿Cómo podemos controlar una fiesta que se arma en redes sociales en 10 minutos y se hace en la playa o en las dunas? Esto es lo que me preocupa”, se sinceró.
El foco estará en la prevención y en la concientización durante toda la temporada. Se apela, por tanto, a la responsabilidad personal.
Playa liberada
Durante el sábado del fin de semana anterior, antes del comienzo oficial de la temporada, tal como informáramos, hubo reuniones nocturnas en la playa. Música, consumo de alcohol (y posiblemente de algo más) se dieron cita junto al mar.
En esa oportunidad hubo movimientos hasta las 10 de la mañana del domingo. Según el relato de gente que estuvo en el lugar, unos 300 jóvenes, en su mayoría de Monte Hermoso, se dieron cita en el final de la costanera, a metros del acceso al barrio Monte Hermoso del Este.
Los jóvenes volvieron a sus hogares con el sol en la cara, y con el consumo de una noche liberada. El panorama se completaba con aquellos que deberían controlar viéndolos simplemente pasar.
El propio intendente fue notificado de primera mano sobre la situación. Ni el personal de guardia urbana ni la policía pueden intervenir allí. No hay normativa en el uso de espacios públicos. Hubo presencia de un patrullero que observó la situación.
“La playa está liberada” dijo un conocido empresario de la noche, haciendo referencia a ese sábado, donde los jóvenes se reunieron con sus equipos de sonido, luces y hasta heladeritas.