El actor escocés, Sean Connery, para muchos el mejor James Bond de la historia, al que interpretó en siete ocasiones entre las décadas del 60 y del 80, falleció a los 90 años.
Nacido en Edimburgo el 25 de agosto de 1930, Connery intimidaba con sus 1,90 metros de altura lo que hizo que estuviera en casi 100 películas cinematográficos durante más de cinco décadas, entre las que destacan los filmes del agente 007 “con licencia para matar”.
En la década de 1980 tuvo papeles como el de Guillermo de Baskerville en “El nombre de la rosa” (1986), el de Jim Malone en la trascendental “Los intocables” de Brian De Palma (1987), por la que ganó el Oscar de mejor actor de reparto; e “Indiana Jones y la última cruzada” (1989), en la que demostraba que aún tenía energía para la aventura como el padre del personaje de Harrison Ford.
Nombrado Caballero por la Reina Isabel II de Gran Bretaña en 2000, Connery estaba retirado y vivía en las Islas Bahamas.