Diputados aprobó la declaración de Ciudadana Ilustre post mortem a Natty Petrosino. Ahora deberá ser votado por el Senado para que sea Ley.
La iniciativa del diputado Emiliano Balbín se basó en la trayectoria en la filantropía de la bahiense, destacándose como referente social en Argentina y en varios países del mundo.
Esta vecina de Bahía Blanca nació el 4 de junio de 1938, y tuvo una carrera exitosa en el mundo artístico, donde triunfó en el mundo de la moda, hizo parte de las carreras de medicina y sociología en la Universidad de Buenos Aires, y trabajó en varias películas como actriz de cine.
Pero a los veintisiete años se enfermó gravemente al punto de, durante una cirugía, sufrir una muerte clínica durante dos segundos. Posteriormente, tuvo una epifanía que, según relata, “le hizo descubrir a Dios” y la cambió para siempre. Natty se abocó a la doctrina de Jesucristo y le dijo a su familia: “mi familia terrenal tiene de todo, pero mi familia celestial está en la calle. Yo me voy con mi familia celestial a la calle”.
“Desde ese momento se dedicó íntegramente a los más necesitados, y a las personas sin hogar, sin familia, sin empleo, a los pobres, marginados, enfermos, discapacitados y discriminados de la sociedad”, señaló Balbín en los fundamentos de su iniciativa.
La vida de Natty Petrosino
Empezó organizando repartición de alimentos y lugares de asilo para personas sin hogar.
En 1978 fundó el “Hogar Peregrino San Francisco de Asís” de Bahía Blanca, el primero de una red destinada a ayudar a personas sin recursos y enfermos, en donde funcionan un espacio para niños con discapacidades severas, un lugar de tránsito para mujeres embarazadas solteras, un hogar de ancianos, una sala especialmente acondicionada para enfermos terminales, un lugar para personas en situación de calle y una sala especial para enfermos de sida.
En los ´90 decidió dejar el Hogar en manos de la Iglesia, para comenzar a recorrer la Argentina a lo largo y ancho de su territorio en una casilla rodante, llegando allí a donde más la necesitan.
Desplegó su labor solidaria especialmente en favor de las comunidades indígenas más necesitadas, como los mapuches de la Patagonia, los wichís de la provincia del Chaco, los huarpes del desierto en la provincia de Mendoza, y también en comunidades de indígenas en la provincia de Tucumán y en la provincia de Formosa.
Concretó un vasto plan construyendo viviendas, fundando pueblos, hospitales, escuelas y otras edificaciones.
En 2006, el Concejo Deliberante de Bahía Blanca le otorgó el título de Ciudadana Ilustre de la ciudad de Bahía Blanca sobre la base de su reconocida acción solidaria, y en ese mismo mes fue elegida «Mujer del Año» por el Consejo Regional del Valle de Aosta, Italia, que año tras año distingue a mujeres del mundo que se destaquen por su labor humanitaria.
En 2009 fue nominada al Premio Nobel de la Paz, y en 2013, recibió el Premio Jaime Brunet a la promoción de Derechos Humanos en la Universidad Pública de Navarra, España.
Acudió al Foro Internacional sobre los Derechos de las Mujeres, compartiendo avances para nuevos desafíos en Mar de Plata. Allí, junto a otras mujeres, recibió el nombramiento de «Embajadora de la Paz», avalado por la UNESCO y otras organizaciones. La ceremonia contó con la presencia de los Premios Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Rigoberta Menchú.
En octubre se organizó el primer «Congreso Callejero por la Paz» en la misma ciudad, donde Natty y Pérez Esquivel hablaron frente a más de quinientas personas.
“(Natty) llevó una vida extremadamente austera, y a la par de los más carenciados. De vestimenta sencilla y desposeída de bienes, ya que las pocas cosas que utilizaba las recibía en calidad de préstamo pues no aceptaba donaciones para sí misma. El 26 de Julio de 2021 falleció de Covid 19 en el Hospital Municipal de Bahía Blanca”, recordó finalmente Balbín.