Como cada 30 de mayo, desde 1997, se conmemora en Argentina el Día de la Donación de Órganos y Tejidos. Jonás Bracco doctor y jefe de la Unidad de Procuración de Órganos del Hospital Municipal, hizo un pantallazo de cómo dificultó la pandemia al procedimiento.
«El año pasado, los números de donantes en la Provincia, eran aceptables. En cambio, en 2021 llevamos solo un donante en Bahía Blanca, fue una debacle«, sostuvo.
El principal motivo de estos números es que las personas que fallecen, en su mayoría por coronavirus, no pueden ser donantes. Además, «las terapias intensivas están atoradas con pacientes de esta enfermedad».
Es decir que entre 24 y 36 horas, lo que dura un trasplante, alguien estará «bloqueando» una cama de «esperanza» que necesita para ser trasplantado. Por lo tanto, dos o tres personas estarán esperando para ser ventilados en la terapia.
La importancia de la Ley Justina
Esta Ley hizo que Nación llegue a 20 donantes por millón, una estadística favorable que con el inicio de la pandemia «complicó todo», expresó Bracco.
La Ley dispone que “toda persona mayor de 18 años” es donante de órganos o tejidos salvo que haya dejado constancia expresa de lo contrario.
Justina, una niña de 12 años, murió tras la espera de un trasplante de corazón y desde ese momento, sus padres hicieron todo lo posible para ayudar a las personas que estaban pasando por su misma situación.
«Las personas que donan, siembran esperanza y oportunidades. Es la obra de mayor magnitud que puede hacer una persona», relató el doctor Jonas Bracco.